Oh Dios todopoderoso y eterno, por manos de la Sma. Virgen María, os ofrezco todas las misas que se están celebrando al presente, las que se celebrarán hasta la consumación de los siglos, a mayor honra y gloria vuestra, en acción de gracias por los favores dispensados a la Sma. Virgen María, al Señor San José y a toda la humanidad, por el eterno descanso de las almas del purgatorio y demás piadosos fines de vuestra infinita misericordia. Así sea