Valores y Virtudes propias
  • Humildad.- Es la virtud más noble del espíritu humano, que consiste en reconocer las propias limitaciones, defectos, debilidades así como las cualidades, habilidades y valores. Es la llave con que se abren las puertas del Corazón de Jesús y consiste en sentirnos necesitados de Dios, reconociendo que nada somos, ni nada podemos sin Él. [1]

“…y prometí practicar la humildad, poniéndome por inferior a todas”. [2]

  • Mansedumbre: Es el término medio entre la irascibilidad e impasibilidad. Virtud que nos ayuda a moderar nuestra ira y como fruto del Espíritu Santo produce en nosotros tranquilidad de ánimo y un espíritu indulgente ante las fallas y ofensas de los demás.[3]

“…la tranquilidad de espíritu que manifestó es signo de santidad”           P.Vicente Vargas.

“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra en heredad…” [4]

  • Paz: Es el fruto del amor, la mansedumbre y la humildad, al unir nuestra voluntad a la voluntad de Dios, la cual se entiende como el descanso y la tranquilidad del alma.[5] “ sentía una paz, una quietud muy grande…me postré en espíritu y lo adoré…”
  • Oración.- Orar es amar a Dios con un trato íntimo, respetuoso y profundo,[6] es vivir unidos en el Corazón de Jesús amándole y haciendo todo por Él.
  • “Viviremos desde ahora en el Corazón de Jesús,
  • una vida de amor y de oración, dedicando nuestra vida a este ejercicio”[7]
  • Sencillez: Es la virtud por la que el ser humano se expresa ante Dios y sus semejantes, sin doblez ni engaño. Exige actuar con sinceridad, rectitud de intención, buscando siempre el bien del otro (benevolencia en la acción).[8]

“…a todas las saluda y bendice su madre que mucho las ama y desea verlas ..”

  • Alegría: Es la virtud cristiana por excelencia, fruto de la caridad, que se fundamenta en la seguridad que tenemos de ser hijos de Dios.[9] Sólo Cristo da la alegría que nada ni nadie nos podrá arrebatar.[10]

A ejemplo suyo amarás la cruz apasionadamente, teniéndola en medio del corazón como el tesoro más precioso que Jesucristo regala.[11]

  • Pureza de intención.- Consiste más que en buscar el elogio, el éxito personal o la aprobación de los demás, en realizar en todo la voluntad de Dios, con el único fin de agradarle.[12]

“…prometí guardar lo mejor que pueda, la virtud de la pureza..”

[1] Cf. Const. 1903, Cap XVI, 154 y 157
[2] ET 10/12/1911 p116 o p130
[3] Cf. S Th II-II, 157, art. 3-5
[4] Mt. 5,5
[5] Cf. Const. 1903, Cap. I, No. 2  E.T. pág.94
[6] Cf. Const. 1985, Cap. III, c) 55; E.T diciembre 1893 pág. 202; Const. Pág. 15; Dir  pág. 81
[7] Cf. ET Cap. IV, diciembre de 1893,
[8] GER, T.21, Voz: Sencillez, Pág. 173 carta a M. Ma. del Cramen s/f
[9] Cf. .S. Th., II-II q.28, a.4
[10] Jn 16,22
[11] Const. 1903, Cap.4 No.39
[12] Cf. GER, Voz Intencionalidad y CEC, Cap. 2, Art 9, No. 2520 E.T. pág. 64